13.11.09

Cuerda floja

Está la opción de ser guacha. Malintencionadamente escribir un par de comentarios que, lo sé, sonarán, se verán... hirientes.
Eso esconde ciertamente un deseo de hacer algo así como el bien, cortando por lo sano.
"I hurt you to save you", onda cuando Satine le decía a Christian que lo había usado y que no lo quería más, pero en realidad era por otra cosa (y no, si no la viste no te la voy a contar, no soy de las que arruinan finales).
Pero no es tanto como lo de Satine, porque no es que te lastimo porque te amo y te quiero proteger, en realidad simplemente no quiero que vivas bajo falsos conceptos de quién soy yo o qué hago y/o dejo de hacer (y a quién, bueno).
Esto también tiene un elemento de culpa, porque claro, cortar por lo sano implica cierto sentido de la responsabilidad. Yo me hago cargo de tal cosa. Y sí, y me la banco porque soy dura. Pero ¿me la banco? Ah...
Esa es la cuestión.
Tengo el deseo de agradar a la gente, no puedo con mi genio -aunque sí puedo más que Monica, eso seguro-. Eso me lleva a evitar las situaciones en las que, de alguna manera u otra, la que va a quedar mal soy yo.
Pero, mientras todo este torbellino de opciones se me presentan ante mí cuando tengo un poco de tiempo para pensar en algunas cosas... no decido nada. Sigo en esta especie de cuerda floja e, inevitablemente, la sensación es de que caeré para algún lado. Pero que todavía no caigo.
Es más, estoy en esa cuerda malabareando con cinco platos y tres pelotitas redondas, de las amarillas. En un uniciclo, claramente.