Hoy terminé oficialmente de archivar todo 2007, lo cual no significa mucho porque el grueso del trabajo lo hice hace cosa de... 1 mes, por ahí.
Pasa que en mi primer año tuve la brillantísima idea de usar biblioratos. Oh, grave error.
Sólo ponerme en marcha con el primero de ellos fue una pesadilla, así que me cansé tanto que dejé dos tercios de mi primer año en la facultad desparramado por ahí, con pavor de acercarme a esos módulos, agh, tremendo.
Pero, pasó el segundo año y me di cuenta de que si no me organizaba pronto, los papeles iban a superar mi cuarto, así que me armé de paciencia -y me compré otro par de biblioratos- y, agujereadora en mano, hice lo que tenía que hacer.
Me resultó mucho más fácil la parte de desenganchar los módulos -un año haciéndolo con módulos ajenos me entrenó, por supus-.
Claro que, para el 2ndo año, metí todo en una caja a la que rotulé, no muy originalmente, "2008".
Así que arranco 2009 súper organizada, y con una cajita ya preparada para ser llenada al final de este año de más papel, apunte, etc.


Postdata: Soy consciente de que este post pone al descubierto lo que para muchos es una verdad inalienable: soy obse.

We'll meet again, London.

Hoy tuve clases con un profesor con fama de hijo de puta, lo cual intuyo me predispone bien, en el sentido de que si resulta ser algo menos que un hijo de puta, ya será un resultado satisfactorio.
Y claro, empezamos viendo a Marx, aparte.
Ay, Carlitos, lo que se dice de ti...

... ¿qué pasaría si tuviese un hermano/a a los 22 años?
(hipotéticamente hablando, of cors).

Hoy tuve una entrevista, finalmente.
Bah se dio todo muy apresuradamente porque ayer mandé CV, ayer mismo me citaron y fui...
Por lo que sé me fue bien, y mañana tengo otra entrevista.
Y quizás una tercera, si todo va bien, la semana que viene.
Me pregunto si será parte del proceso el ver si te cansás de ir de acá para allá.
Y más allá de eso, siempre quise saber qué tanto te evalúan en esa primera entrevista, que importa lo que se dice y lo que no se dice, se sabe.
Ahora, quisiera saber qué es todo aquello que importa y que yo no digo, todo eso del lenguaje corporal, o las formas, o no sé, ese tipo de cosas. Me parece muy interesante todo eso, sobre todo porque cuanto más se conozca sobre el tema más aspectos uno podría tener preparados, ¿no?

Me frustra no tener trabajo.
Bien, veámoslo en un contexto más generalizado: mi queja es sólo una más, está bien.
Sé que me tengo que bancar el vendaval, y sobre todo la paciencia es una virtud, y bla bla bla...
Pero es que el tiempo libre en exceso me hace mal, ya lo descubrí, ya lo asumí, y es así, y ni siquiera puedo dormir hasta tarde, como para decir "bueno, aprovecho la situación".
Pero no, imposible seguir en la cama después de determinada hora, mi cabeza ya empieza a funcionar y de ahí en más, no sé... pasan las horas de alguna forma, y por lo menos ahora estoy cursando, pero antes era tremendo.
Hoy, ponele, curso a las 7 de la tarde... ¿alguien me explica qué hago con TODO el resto del día?
Ya, llenarlo ya.

Me reconforta sentir cerca a personas lejanas.
Quiero decir, porque no siempre uno está en contacto permanente con su círculo, se complica, porque crecemos y bleh, no hay tiempo.
O sí hay, pero cada vez alcanza para menos cosas.
Entonces pasan los días y los cercanos se alejan, pero no en sentimiento sino en cotidianeidad, lógicamente. Pero cada tanto ser revierte, por suerte.
Hoy fue un día de esos en los que luego de tratar de coordinar agendas -infructuosamente, por cierto- los planetas se alinearon medianamente para hacer que la reunión pasara, efectivamente.
Más allá de una ausencia inesperada (que suele suceder), la verdad que juntarme después de meses fue como si no pasara el tiempo, y amo eso. Amo no tener que dar explicaciones y simplemente empezar desde lo que tenga ganas de decir, y seguir desde ahí, y reírnos.
Ah, también me encanta encontrarme en esa esquina tan pero tan... C & C es una cosa que no se puede creer.
Extrañamente no me encontré con nadie de casualidad. Pero podría haber pasado.

Pretendo cosas. Voy hacia ellas, vivo para hacerlo.
Pero también, en el camino, encuentro de vez en cuando uno que otro punto de donde poder agarrarme.
Un punto desde donde guardar y seguir.
Seguridades transitorias, ¿ilusiones de tranquilidad? que me reafirman día a día.
Y si veo de nuevo el camino, me decido, donde quiera que me lleve, hacia allí voy.