1.9.09

Dos hechos al azar

Hace tiempo, llegué del laburo, me miré al espejo y descubrí en mi cabellera castaña, no una sino dos canas.
Canas, textura de cana, color de cana. Al diablo con la superstición, las arranqué y me olvidé.
Mentira, jamás me olvidaré del día en que me descubrí mis primeras canas, sin embargo, lo guardé en mi memoria a un costado, y seguí con mi vida.

Hoy, en el colectivo, yo estaba parada en la puerta trasera (me faltaban un par de paradas para bajarme, pero estaba lleno, así que mucho no me importaba), y una chica que, evidentemente, pretendía bajar, me pregunta:
-Disculpe, ¿baja?.

A ver si nos vamos entendiendo.
A mí no me interesa relacionar cosas que no tienen nada que ver una con la otra.
Sin embargo, no puedo evitarlo... sobre todo al calor de un nuevo cumpleaños.

1 comentario:

Julieta Bergunker dijo...

Señora, no le quite años a su vida.
Póngale vida a los años, que es mejor.